
¿Por qué puede ser útil una manta para silla de montar?
Las opiniones a menudo difieren cuando se trata de mantas para sillas de montar :
"¡Si el sillín se ajusta correctamente, no necesito ningún acolchado adicional!"
"¡Le hago un favor a mi caballo porque una manta de silla de montar es agradablemente suave y reduce la presión!"
"¡Una manta de silla de montar (especialmente una con borde de piel de cordero) es puramente decorativa!"
"¡Con una manta puedo hacer que cualquier silla se ajuste!"
Hay algo de verdad en cada una de estas afirmaciones, pero ninguna de ellas puede considerarse universalmente aplicable.
Definitivamente llega ese momento en que la silla se adapta al cien por cien a tu caballo:
Ha visitado a un talabartero local, le ha ajustado la silla a su caballo, el modelo tiene el armazón adecuado para el lomo de su caballo, además de la longitud correcta, el ancho de garganta óptimo, el acolchado apropiado y se adapta perfectamente a usted.
Sin embargo, siempre debes tener en cuenta que un caballo siempre está cambiando:
- Tienes un caballo joven que cambia en intervalos cortos (músculos, tamaño, longitud, curvatura, etc.)
- Tienes un caballo mayor, que puede deteriorarse un poco en invierno y perder su figura redonda.
- Su caballo ha perdido masa muscular después de un largo período de enfermedad.
- Tu caballo ha pasado el verano en un prado exuberante y ahora está muy regordete.
Las circunstancias mencionadas anteriormente pueden provocar que de repente un sillín ya no se ajuste:
- puede ser demasiado ancho (se hunde y en el peor de los casos se apoya en la columna)
- Puede que esté demasiado apretado (el canal está en el lugar equivocado y presiona los nervios sensibles)
- Puede que tenga el centro de gravedad equivocado (se inclina o se desliza hacia el cuello)
- cuelga de lado torcido hacia la derecha o hacia la izquierda
Para estos problemas, una almohadilla correctora (por ejemplo, la almohadilla de piel de cordero de Christ Lammfelle con doble bolsillo ) puede ser útil. Las finas inserciones de fieltro permiten ajustar individualmente la posición del sillín.
En resumen, no se debe colocar una almohadilla debajo de cada silla, ya que esto podría hacer que la silla "flote" sobre el caballo como un trono, perdiendo así la cercanía al caballo. Si una almohadilla está mal colocada, el centro de gravedad de la silla también puede cambiar de tal manera que el asiento del jinete se vea afectado negativamente, dificultando la comunicación clara de las ayudas al caballo.
Por lo tanto, una hermosa almohadilla de piel de cordero no siempre es solo una "decoración", sino que a menudo puede cumplir una función y ser una solución temporal cómoda para usted y su caballo.
! Importante !
Si la almohadilla tiene un borde de piel de cordero, es importante asegurarse de que el extremo trasero de la silla no descanse sobre el borde, de lo contrario, los desniveles crearán puntos de presión en la espalda del caballo.
Por supuesto, este pequeño remedio no puede sustituir los controles regulares que realiza el talabartero, ya que la silla contiene un armazón que le confiere una forma que no se puede modificar.